miércoles, 14 de octubre de 2015

Agua mágica,el poder líquido.

El agua es un poderoso símbolo. Representa todas las virtualidades, desde la vida hasta la muerte. La fecundidad, el futuro y el pasado. Es principio y fin de todas las cosas y existencias, cura y trae enfermedades, reparte dones y desgracias. Su poder simbólico es extraordinario. Sumergirse en las aguas y volver a salir es vuelta a las fuentes mediante la muerte simbólica la disolución y desintegración, y vuelta a la vida en un nuevo nacimiento con fuerzas purificadas y renovadas. Hay una extraordinaria coincidencia en las diferentes religiones acerca del simbolismo del agua que denota su valor antropológico universal. En muchas religiones las abluciones y los baños sagrados han sido frecuentes a lo largo de la historia como símbolo de purificación o de nacimiento a una nueva vida. El culto a las aguas, sobre todo en lo referente a manantiales curativos, termas, salinas, ha presentado continuidad en todas las religiones. Ninguna revolución religiosa ha conseguido erradicarlas. El culto a las aguas es un culto prehistórico.


Para los babilonios en  Mesopotamia, el agua dulce es el principio de la vida. Se le atribuía una virtud especial a las aguas del Eridu, El dios local Ea (o Enki), era el señor de las aguas dulces y también dios de la magia. El empleo  de las aguas del Eridu en una serie de ritos mágicos, tenía el propósito de expulsar a los demonios que causaban enfermedades y rehabilitaban al pecador a los ojos de la divinidad.


En el antiguo Egipto también  se practicaba el bautismo como ritual. En los ritos de iniciación del culto a Isis, la persona que se iniciaba, tras confesar sus pecados, era bautizado en un baño ritual que lo purificaba y permitía su entrada a la comunidad de la Diosa.  En una escena grabada en el templo de Isis, en la isla de Philae, se contempla el momento en que la momia de Osiris es regada por un sacerdote, brotando de ella semillas de trigo. El agua da nueva vida. Según los sacerdotes heliopolitanos, antes de la creación solo existía el Nun, es decir, un universo acuoso, en tinieblas y en silencio. En efecto, para los egipcios la no existencia implica precisamente eso, una extensión líquida, oscura y silenciosa. El primer ente emergido de las aguas del Nun es una Colina Primordial, que en la tradición heliopolitana recibe el nombre de Benben. La emergencia del Benben implica la aparición de la tierra frente al agua.

Los íberos iban más allá de los baños rituales para las personas, y encontramos en la Cueva Negra de Fortuna, Murcia, testimonio del ritual de inmersión de las figuras de las diosas en el agua.

La cultura helena también tiene prescripción de abluciones a la hora de entrar en contacto con los ritos a las diferentes deidades, penetrar en sus templos, orar. A las aguas se les atribuían virtudes vivificadoras. Los helenos rindieron honor a la diosa Higía, protectora de la salud y la limpieza, y de cuyo nombre deriva la palabra “higiene”.

 En la antigua Roma la cultura del baño alcanzó gran significación. Los emperadores romanos llegaron a construir baños públicos llamados termas, donde podían juntarse entre 2,500 y 3,000 personas por día. Estas asombrosas instalaciones disponían de agua fría y caliente, masajistas y cremas perfumadas.

El judaísmo también contempla los baños rituales. Estos se realizan en el Mikvé. Por ejemplo, la novia realiza su primera visita a la Mikvé un día antes de la boda. Entrar a la Mikvé, simboliza un momento íntimo de transformación que muchas novias comparten con familiares y amigas, por lo que es un acontecimiento muy emotivo y alegre.
Estar preparada para entrar a la Mikvé, no sólo implica estar completamente limpia físicamente, sino también, sentirse espiritualmente preparada para la inmersión.La función de la casa de baños era purificar el alma mediante la inmersión completa del cuerpo tres veces consecutivas. La mujer tenía la obligación de bañarse después de cada menstruación, después de tener un hijo y antes de casarse, y el hombre se tenía que purificar cada viernes antes de la puesta de sol, es decir, antes de que empezara el Sabbat.



En la Biblia, Dios utiliza el agua para castigar o bendecir a su pueblo. Aparece el agua devastadora del diluvio universal, y la salvadora de la separación de las aguas del mar por Moisés. El agua cayendo sobre las áridas tierras de Israel, es símbolo de fertilidad y abundancia. Para el hombre del Antiguo testamento, la relación entre el agua viva, corriendo por los cauces de ríos, simboliza la divina sabiduría. En los cristianos, lo importante del bautismo no es tanto el agua como el baño de agua.  
El simbolismo de la inmersión, llega hasta el bautismo de Juan como «un bautismo de conversión para perdón de los pecados» (Lucas 3,3), y un símbolo de renacimiento: «el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios» (Juan 3,5; cfr. Romanos 6,4).  Para los cristianos, el bautismo significa tres cosas, renacer libre de pecado, incorporados al pueblo de Dios y herederos de la vida eterna. El símbolo bautismal se convierte así en un hecho de cohesión social, jerarquización de roles sociales e investidura de autoridad, puesto que es eficaz tanto para el que realiza el bautismo como para quien lo recibe.

Desde muy antiguo las ciudades musulmanas han contado con Hammam públicos y privados. En las Hammam se hacían las abluciones diarias necesarias para la purificación del cuerpo y del espíritu de todo musulmán y además constituían un lugar de reunión. En esta época, Europa estaba en plena edad media y el baño se consideraba algo pecaminoso. No obstante existía un ritual donde había que bañarse y era el de la investidura de caballero que tenía una fuerte relación con los ritos de paso donde el iniciado moría simbólicamente para pasar a un nivel superior.

Un hindú tiene tres madres, la biológica, la vaca y el Ganges. Las aguas del río Ganges son sagradas y bañarse en ellas purifica a quien lo hace. En la ciudad santa de Varanasi, “Ciudad de los muertos”, cada mañana se introducen en sus aguas miles de personas que celebran la alegría de la vida y la esperanza en el futuro. Ma Ganga se convierte en fuente de vida para los hombres.
En Allahabad, Haridwar, Ujjain y Nasik, ciudades santas de la India, se celebra el festival Kumbh Mela.  Cuenta la leyenda que durante la lucha entre dioses y demonios por un cántaro de néctar de la inmortalidad, cayeron unas gotas sobre estas ciudades. Se trata de una peregrinación  que se realiza cuatro veces  cada 12 años alternativamente entre estas ciudades y que congrega a millones de personas considerándose la peregrinación humana más numerosa.
La relación de los hindúes con el agua viene de antiguo. En la ciudad de Mohenjo-Daro, habitada durante el tercer milenio antes de nuestra era, se encontró el Gran Baño, un tanque rectangular que mide unos 12 metros de largo por 7 m de ancho y 2,4 m de profundidad




En Rusia encontramos las banyas, atendidas por los parilshuki. A estas banyas acuden las novias para obtener adivinación sobre sus prometidos. Cuando se hace de noche, se desatan el pelo y con ceniza y un vénik (escoba de ramas de abedul) o con un espejo y velas, proceden al ritual.
También se usan para “ahuyentar la delgadez”. Una vez se han bañado se palmean el cuerpo mientras rezan “Que la delgadez se vaya de mí como el agua resbala sobre las plumas de un pato”. Otro ritual en las banyas es el día de banya para las almas de los antepasados. En esta ocasión, los nagaibaki, antes de Pascua se remojan en el jueves limpio. Ese día también lo hacen las almas de los antepasados, de ahí que no se cierren las puertas. Entre los chuvachos también hay costumbre de relacionar las banyas y los antepasados. Durante algunos días al año, se visitan los cementerios, se saludan a los antepasados y se invita a sus almas a la banya.

La banya también es un lugar para buscar ayuda. En pueblos de los Transurales se realiza el siguiente ritual.
 “Cuando vas a una banya, saludas al espíritu y le pides ayuda para limpiar el cuerpo, el alma y el espíritu. Es uno de los espíritus-ayudantes, junto al domavói, la deidad del hogar que cuida de la vida de la familia que vive en la casa, etc. Después de tomar un baño de vapor, sumerges la escoba de ramas de abedul en la palangana y, empezando por el último rincón de la izquierda, rocías agua en cada uno de los cuatro rincones recitando las palabras “Escoba-escoba, elimina nuestra suciedad corporal, anímica, espiritual, todas las dolencias, todas las desdichas, todas las penas…” Y mientras se hace esto se gira en círculo tres veces. Antes de salir de la banya das las gracias al espíritu de baño y, sales con una reverencia andando hacia atrás, sin dar la espalda al espíritu”. 
Pero además la banya es un lugar de centro de relación, donde las personas se encuentran y conversan, se cuentan las noticias, conviven.


                En Japón existe el baño de purificación de año nuevo, donde los hombres vestidos con pantalón corto y las mujeres en kimono, se bañan en agua helada mientras recitan varias escrituras sagradas con el fin de alejar los errores del año anterior.

El festival de vudú de Saut d’Eau, congrega cada 16 de julio a hombres, mujeres y niños de todas las edades y condiciones sociales en Haití. El día coincide con una aparición mariana de 1847. Se bañan en estas aguas para purificarse o para pedirle al Gran Maestro que convierta en realidad sus sueños. Se venera Erzulie Freda, diosa vudú del amor, a la que le ruegan por el amor, los hijos y la fortuna.

El Sintoísmo considera sagradas las cascadas, pues la purificación a través del agua restablece el orden y equilibrio entre la naturaleza, los humanos y las deidades.

Zoroastrismo, religión dualista, fundada por Zoroastro opone el dios del bien al del mal. El mal atacó al mundo transformando parte del agua pura en agua salada. Polución y pureza son el centro de interpretación del zoroastrismo donde también existe el gran diluvio


En el pueblo guanche, cuando un niño nacía, se avisaba a una mujer que bautizaba al niño, contrayendo esta mujer parentesco con los padres de la criatura con la que no se podían casar ni tratar deshonestamente. 

Los incas celebran entre el 20 de junio y el 10 de julio las festividades de Inti Raymi que coinciden con el solsticio de verano. Se realizan ofrendas, bailes, representaciones y baños rituales. Estos baños purifican y energizan los cuerpos. La ceremonia más sagrada se realiza en el lago Cuicocha. El agua es una persona más que nació de la Pachamama (madre tierra) antes que ningún otro ser y por esto es un vehículo para comunicarse con las otras esferas del mundo.
Documentaba Frazer en Nueva Zelanda una ceremonia de carácter expiatorio donde a un individuo, se le transfieren todos los pecados de la tribu el cual debe bañarse en un río después de atarse hojas de helechos por el cuerpo, que simbolizan las faltas de su pueblo. Una vez dentro del agua, debe librarse de las horas que serán arrastradas hasta el mar.

La importancia del baño en la mayoría de las religiones proviene de una doble creencia: puro e impuro que marca la diferencia entre lo divino y lo humano y por otro el simbolismo del agua como medio de purificación ritual dotado de fuerza renovadora. El agua para el hombre es símbolo de vida física y espiritual. Las diferentes culturas tienen sus particulares ritos de relación con el agua a través de los cuales expresan su relación con la naturaleza, con el surgimiento de la vida, con su espiritualidad. Las culturas que llegarán, también tendrán su particular relación con el agua.































REFERENCIAS
Moneo, Teresa. Religio ibera: santuarios, ritos y divinidades (s. VII A-C) .Real academia de la historia 2003
Ardèvol Piera, Elisenda Antropología de la religión. S.L. editorial UOC 2012

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