domingo, 25 de octubre de 2015

Los siete magníficos.




En el siglo XIX, el aumento de la población de Londres hizo necesaria la construcción de nuevos cementerios, dado que los ya presentes no tenían capacidad para albergar a todas las personas que iban muriendo, y si lo hacían era en malas condiciones. Tumbas apenas excavadas, desenterramientos precoces para nuevos enterramientos…Un problema de salud pública. Las capillas que hasta ese momento servían de camposanto, tenían un grave problema de hacinamiento. Los fluidos de los cuerpos en descomposición terminaban en el sistema de alcantarillado donde tampoco se descartaba tirar los cuerpos recién fallecidos, esto causó epidemias entre la población.



El parlamento entonces aprobó la construcción de siete cementerios fuera de la ciudad:

·         Cementerio de Kensal Green (1832)
·         Cementerio West Norwood (1837)
·         Cementerio de Highgate (1838)
·         Cementerio Abney Park (1840)
·         Cementerio de Nunhead (1840)
·         Cementerio de Brompton (1840)
·         Cementerio de Tower Hamlets (1841)

Se les conoce como los siete magníficos y fueron hasta principios del siglo XX utilizados asiduamente, necesitando ser ampliados algunos de ellos debido a la demanda. Pero después de la guerra entraron en decadencia.


                           

Kensal Green Cemetery  alberga a 33 especies de aves y otros animales salvajes. Tiene una gran cantidad de mausoleos e incluso una localización para los niños. GK Chesterton lo inmortalizó en su The Flying Inn: 



"Porque hay todavía una buena noticia para oír y cosas bellas para ser visto; Antes de ir al Paraíso a través de Kensal Green." 









West Norwood Cemetery  era conocido como el Cementerio Metropolitano del Sur. Tiene un  gran interés histórico, arquitectónico y ecológico. Jardines de diferentes estilos, catacumbas, parcelas de cremación y un columbario. Aunque el crematorio sigue funcionando y hay parcelas de cremación todavía disponible, no son posible enterramientos convencionales. 









Highgate por ejemplo estaba en ruinas llegados a 1975.




No obstante, se creó la Sociedad de amigos del cementerio de Highgate y a día de hoy, ya recuperado forma parte del  Registro del Patrimonio Inglés de Parques y Jardines de Especial Interés Histórico En concreto el de Highgate,


Constituye una auténtica ciudad de los muertos, considerándose que hay enterradas 168.000 personas en 52.000 lápidas.
Karl Marx o Charles Dickens reposan entre sus tumbas como ilustres residentes. Además ha sido escenario de muchas leyendas de terror. Se han cazado vampiros entre sus calles, celebrado rituales mágicos o exhumado tumbas.
















Abney Park  es un parque histórico establecido Lady Maria Abney y el Dr. Isaac Watts. En 1840 se convirtió en un cementerio jardín, un parque semi-público, arboretum y un instituto educativo, que fue ampliamente celebrado como un ejemplo de su tiempo. Un total de 196.843 entierros tuvieron lugar allí. Es reserva natural local. 













Nunhead es el menos famoso y célebre. originalmente conocido como Cementerio de Todos los Santo, fue consagrado en 1840 y abierto por la Necrópolis Company de Londres. Es una reserva natural local. 




Brompton Cemetery  gestionado por los parques reales abrió sus puertas en 1840 y fue originalmente conocido como el Cementerio Oeste de Londres y Westminster. Es uno de los cementerios jardín más antiguos y distinguidos de Gran Bretaña. Brompton se cerró a entierros entre 1952 y 1996, pero hoy es una vez más un cementerio activo, con parcelas para entierros y un "Jardín de la Memoria" para el depósito de los restos cremados. 



En la actualidad, el habitante más activo de estos cementerios es la vegetación. Cubre las lápidas, mausoleos, capillas, arcos, túneles transformando el cementerio en una construcción viva que crece y se modifica a través del tiempo. Nuevos habitantes que conviven con los viejos y que saludan a los visitantes que pasean por sus calles admirando la belleza entre lo construido por el hombre y lo perfilado por la naturaleza.
Sin duda, una de las muestras más hermosas de arquitectura funeraria victoriana que nos habla no solo de arte, también de geografía urbana y poblacional, de movimientos migratorios, de costumbres y de simbolismos. En definitiva, historia viva con el trasfondo de la muerte.













Referencias




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