martes, 27 de octubre de 2015

Los Dioses de Ultratumba





Los antiguos egipcios teníen una relación muy estrecha con la muerte. Para ellos era la antesala a un nuevo mundo al cual se accedía mediante una serie de rituales específicos sin los cuales no se podía acceder. 

"El dios Anubis introduce al difunto en la sala de las Dos Maat, es decir, la Sala de la Doble Verdad (Maat es la diosa de la verdad y de la justicia). A la derecha de la imagen tenemos al dios Osiris, el juez supremo de este tribunal, sentado en su trono y acompañado de las diosas Isis y Neftis. El corazón del difunto se coloca en el plato izquierdo de la balanza que queda en el centro de la sala y en el plato derecho se coloca una pluma de la diosa Maat, o bien, una estatuilla de la misma diosa. En este momento el difunto realiza la “confesión negativa”, que consiste en decir los 42 pecados que no ha cometido en vida, en la parte superior de la imagen aparecen sentados algunos de los 42 jueces que escuchan esta confesión negativa. Si el difunto miente, la balanza se desequilibra, el monstruo que queda justo por debajo de la balanza, que es medio hipopótamo, medio cocodrilo, medio león devora el corazón del difunto, y de este modo éste es aniquilado de manera completa. Si el difunto dice la verdad la balanza queda en perfecto equilibrio y entonces el difunto puede acceder al Más Allá.
El dios Thot, en el centro, actúa como notario y dando fe escrita del resultado del juicio. Si el difunto ha superado la prueba será declarado “justo de voz”."


Como ocurre en otras religiones, el pueblo egipcio se guiaba de sus enseñanzas religiosas para conducirse de manera correcta en su vida social.  Comportarse de acuerdo a la norma en una sociedad, es más respetado cuando es exigido por mandato de los dioses. En este caso, rendir cuentas a la hora de la muerte, con el firme convencimiento de que hay un mundo más allá que nos espera y al cual no podremos acceder si no pasamos el juicio de Osiris en la sala de Maat, es un gran aliciente para mantenerse en la virtud pero también una extraordinaria herramienta de control social.




El dios egipcio más importante de entre todos los de ultratumba es Osiris. Pero no solo se relaciona con el mundo de ultratumba, Osiris también es dios de:

  • La tierra negra o fértil de Egipto, de las aguas de la inundación y de la fertilidad.
  • La vegetación y de la fuerza germinativa de las plantas, en especial de las plantas cultivadas, como la cebada.
  • Los muertos.


Estos tres dominios, explican los hallazgos datados a partir del Reino Nuevo de los Osiris vegentantes, consistentes en cajas de madera con forma de Osiris que albergaban semillas y tierra. Estas cajas ayudaban con su germinación a la resurrección del difunto.
También se han encontrado representaciones de Osiris tumbado y estirado, cubierto de brotes de cebada surgiendo de su cuerpo. Osiris es un dios muerto, pero también es un dios resucitado por este motivo se le nombra también como Unennefer “aquel que está eternamente en buenas condiciones”. Suelen ostentar los dioses de los muertos también esta titularidad de dioses de la vegetación y la fertilidad, no solo con Osiris, puesto que existe paralelismo entre resurrección y fructificación de las semillas.




Mito de Osiris


Desde los Textos de las Pirámides, encontramos pasajes del mito de Osiris.

El relato de este mito varía de unos textos a otros pero los personajes principales, Osiris, Seth, Isis, Neftis y Horus aparecen en ellos.

Osiris murió a manos de Seth, bien por un arma blanca o por ahogo. Seth había dispersado las partes de Osiris desmembrado y fueron sus hermanas Isis y Neftis las que bajo forma de aves de rapiña buscaron todas las partes para unirlas. Posteriormente, Osiris e Isis conciben a Horus, hijo póstumo, quedando el padre como rey de los muertos y el hijo como dios de los vivos, tras consumar la venganza contra Seth.


Plutarco (s. I-II d.C.) en su De Iside et Osiride, aporta una reinterpretación.

“Según las recensiones griegas del mito osiríaco, los egipcios consideraban a Osiris como el primero de los faraones, un rey sabio, benefactor y civilizador, casado con Isis, diosa de la magia, que lo auxiliaba en su tarea. Pero Osiris tenía un hermano, Seth, que envidioso, planeó matarlo. Con una estratagema, Seth consiguió que Osiris se introdujera en un sarcófago, que él y sus cómplices sellaron y arrojaron al Nilo. El sarcófago flotó por el río hasta alcanzar el Mediterráneo y la ciudad de Biblos, donde Isis lo recuperó. Isis condujo el cuerpo de su esposo al delta del Nilo, donde, a causa de un descuido, Seth volvió a hacerse con él. Seth troceó entonces el cuerpo en catorce partes, que diseminó por todo Egipto para evitar que Isis las encontrara. Pero Isis, ayudada por su hermana Neftis, emprendió la gran búsqueda y halló cada una de las partes, excepto el falo, que el pez oxirrinco se había tragado. Celebró un ritual funerario en cada lugar donde había encontrado una parte del cuerpo de su marido y lo recompuso dotándolo de un falo manufacturado por ella, después lo hizo revivir mágicamente. De este modo pudo concebir de él a su hijo Horus. Isis parió a Horus oculta en las marismas del delta. Cuando éste hubo alcanzado la edad adulta, se enfrentó a Seth, lo venció y vengó a su padre.”




Este mito, donde son representados el bien y el mal, la muerte y la resurrección, la recompensa y el castigo, servirá de base a la religión egipcia durante miles de años y dará pie a tragedias similares por todo el Mediterraneo. 



Osiris es un rey benefactor que vuelve de entre los muertos erigiéndose como rey de los mismos. Su conducta recta vence a la conducta de Seth, que se mueve por la envidia y la codicia. Ese es el juez que después juzgará a los difuntos en la sala de las dos Maat, por lo que estar a su altura exige una vida ejemplar. Isis y Neftis representan la perseverancia en este relato, pues buscan las partes de Osiris por todo el reino, y de hecho, existían templos en honor a Osiris en todas aquellos lugares donde se creía que hubiera estado escondido un miembro de Osiris. El bien vence al mal, la conducta recta es premiada y la incorrecta se castiga. Del bien nace el heroe, Horus. 

Osiris es representado en forma humana y momificado, de color verde (color de la vegetación) o negro (color de la tierra fertilizada por el limo del Nilo)sosteniendo en las manos los cetros reales como rey resucitado de los muertos. Aparece coronado con la corona Atef, que es la corona blanca del Alto Egipto adornada con dos plumas laterales.



Dioses chacales





El más importante de los dioses chacales es Anubis, el dios del embalsamamiento. Es representado como un hombre con cabeza de cánido, o como un chacal negro, por el color de la putrefacción de los cuerpos, y de la tierra fértil, símbolo de resurrección. Ocasionalmente, aparece como un cánido que acompaña a Isis. La asociación con el chacal se debe, probablemente, a su hábito de desenterrar las tumbas para alimentarse. 
Antes de Osiris, era el rey de la Duat, la tierra de los muertos, con la subida al trono de Osiris, queda un segundo lugar y se dedica al embalsamamiento.

Los otros dos dioses chacales son Upuaut, cuyo nombre significa "aquel que abre los caminos", y Khentiamentiu, "aquel que está al frente de los Occidentales" refiriéndose a los muertos, aquellos que marcha a occidente donde muere el sol. Ambos son dioses psicopompos, su misión es acompañar las almas de los difuntos hacia el Más Allá.







Nota: Seth, fue considerado un dios benévolo durante el imperio nuevo, los ramésidas lo habilitaron durante sus reinados. Fue asociado con las tormentas de arena, como dios del desierto y protector de las caravanas.  Seth era visto como extremadamente poderoso. No obstante es un dios creador-destructor y a lo largo de la civilización egipcia, será considerado unas veces venerable y otras abominable. 



Referencias

Materiales sobre egiptología profesor Josep Cervelló, profesor José Lull.



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